- Lávese siempre las manos antes de preparar.
- Asegúrese de que la botella que se utiliza esta limpia y estéril.
- Rellenar con la cantidad deseada de agua.
- El agua siempre debe ser sin gas, agua mineral o del tiempo; el agua utilizada debe ser débilmente mineralizada.
- Vierta la cantidad necesaria de leche en polvo: 1 cucharada de leche por 30 ml de agua.
- Cerrar el frasco y agitar con fuerza, haciéndola rodar entre sus manos (si realiza movimientos demasiado verticales el polvo se alojará en la tetina y tapará el agujero).
- Calienta la botella en un baño de agua o con el uso de un calentador de biberones. ATENCIÓN, en el microondas, el calor se distribuye de manera uniforme (riesgo de quemaduras y explosión).
- Agitar una última vez el biberón y compruebe siempre que la leche está caliente vertiendo unas gotas en la palma de la muñeca o en la parte superior de su mano.
- Una vez que el bebé se haya terminado el biberón o deje de mamar, lave con cuidado el biberón, tetina y todos los accesorios (anillo roscado, tapa...). No se tiene que dejar rastro de leche ya que con un poco de ella las bacterias vuelven a crecer.
- Lave todo con agua tibia, jabón para lavar platos o especial para la vajilla de los bebés. Limpie todos los artículos con un cepillo, y no se olvide de enjuagar. A continuación, puede esterilizar el biberón y sus accesorios.
La preparación de los biberones
¿Cómo preparar los biberones?